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Buenos modales digitales. Protocolo On Line

La "netiqueta" no llegó para complicarnos la existencia con pretenciosas cuestiones de estatus, sino, en todo caso, a impulsar la practicidad, un "bien" cada vez más necesario en la red

El Clarín
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Buenos modales en Internet. Respetar las reglas de etiqueta en la Red
Buenos modales digitales. Buenos modales en Internet. Respetar las reglas de etiqueta en la Red

Buenos modales en Internet. Respetar las reglas de etiqueta en la Red

La netiqueta: cómo comportarse de forma apropiada en Internet

Respete las reglas de "netiqueta": los buenos modales también se aprecian en Internet. No por anárquica, anónima y expansiva, la red de redes carece de normas de protocolo. Todo lo contrario. Basado en la practicidad, el decálogo universal de los buenos modales digitales apunta, justamente, a preservar el espíritu de Internet, donde difundir datos de terceros y escatimar información son rasgos de mala educación. Y ser claro para expresarse y tolerar los errores de tipeo, ejemplos de buena conducta virtual.

Mientras que, en la mesa, las normas de buenos modales debutaron en el siglo XV de la mano de la realeza europea, la "netiqueta" empezó a imperar en los últimos años, cuando, alterados por las mismas incivilizadas conductas de un creciente número de navegantes, un grupo de usuario de Internet empezó a bocetar una especie de manual no escrito de buenos modales para impulsar la feliz convivencia en el ciberespacio.

Claro está que la "netiqueta" no llegó para complicarnos la existencia con pretenciosas cuestiones de estatus, sino, en todo caso, a impulsar la practicidad, un "bien" cada vez más necesario en la red. Así lo explicita la regla madre del decálogo, que reza: "No moleste al prójimo" (léase, el destinatario de nuestros e-mails o mensajes instantáneos). Las principales propulsoras de este curioso fenómeno son dos mujeres. Y, si de aventurarse al mundo de la "netiqueta" (castellanización del neologismo inglés "netiquette") se trata, la página inicial es www.albion.com/netiquette/index.html.

Desde allí, se puede acceder a la edición online del libro "Netiquette", escrito por la estadounidense Virginia Shea, considerada por los entendidos "la gurú de los buenos modales online". En el mismo rumbo, la página http://ns1.fau.edu/netiquette/net/spanish.txt ofrece una traducción al español de "La red: guía del usuario y netiqueta", redactada por Arlene H. Rinaldi, quien trabaja en el Departamento de Sistemas de la Universidad del Atlántico de Florida, Estados Unidos, (www.fau.edu/). Aquí, entonces, un decálogo condensado de las cada vez más difundidas normas de buena conducta en Internet.

Reglas de etiqueta para moverse por Internet

1. Actúe en la red de la misma forma que en su vida cotidiana

A nadie le gusta llegar al kiosco y que no lo saluden. Y lo mismo ocurre en la red: si inicia una conversación por chat o por mensajero instantáneo, el saludo (al empezar y al terminar) es más que una formalidad. La regla también vale para el e-mail. En Internet, igual que en la vida real, la cortesía jamás será "demodé".

2. No divulgue datos ajenos sin permiso

El e-mail es maravilloso: un único mensaje basta para no tener que realizar decenas de llamados telefónicos para, por ejemplo, invitar a un cumpleaños. Sin embargo, eso no implica que todos sus invitados quieran que su dirección electrónica circule "desnuda" por culpa suya. Disponible en casi todos los programas de correo electrónico, la función copia oculta ("CCO" o "BCC") elimina el problema y permite eludir el modo "Con Copia" ("CC"), que en ciertas ocasiones es, cuanto menos, imprudente. Esta misma regla es también aplicable a los "spams" (correos electrónicos no deseados que suelen contener publicidad) o a las siempre molestas cadenas de mails.

3. No abuse de los "emoticones"

El "emoticón" es una clase de jeroglífico muy utilizado en Internet para demostrar emociones. Incluso, hay quienes han construido con ellos cuasilenguajes comunes. Sin embargo, hay que tener en cuenta que no todos los usuarios conocen sus significados y, también, que a muchos otros (sobre todo en el ámbito laboral), les molesta recibirlos, ya que prefieren las palabras (o los llamados telefónicos) a los signos.

4. No escriba e-mails ni chatee exclusivamente en mayúsculas

Por más redundante que parezca, no está de más recordar que, para la etiqueta virtual, escribir todo en letras mayúsculas equivale a gritar en el mundo real. Por lo tanto, salvo que esté realmente enojado con quien está chateando o con el receptor de su mail, no abuse de las "altas".

5. No remplace el "cara a cara" por un e-mail o una sesión de chat

Si bien es cierto que el correo electrónico acorta las distancias, hay cuestiones que se resuelven mejor en un encuentro cara a cara. Por ejemplo, enviar un mail a su jefe para pedirle un día franco porque "es más cómodo" es un auténtico disparate y un rasgo de mala educación. Para resolver cuestiones por el estilo, la charla es y será el canal de comunicación adecuado.

6. No envíe archivos adjuntos "muy pesados"

La capacidad de las cuentas de correo electrónico va en aumento y, con ello, son cada vez más los usuarios de Internet que usan el correo electrónico para enviar pesadísimos archivos de audio y/o de video. Muchas veces, el despachante no tiene en cuenta que el software de la PC del remitente puede no ser el mismo que el del destinatario, por lo que ese video "maravilloso" se convierte en una pila de códigos fuente sin sentido. Un auténtico bodrio, aún sin estimar la pérdida del tiempo empeñado...

7. Sea benévolo con los errores ajenos

En Internet, todos hemos sido, alguna vez, principiantes. Por lo tanto, si nuestro novato interlocutor comete una torpeza, no lo castigue ni lo descalifique. Hágale notar su falta en privado y no se olvide que es muy probable que, algún tiempo atrás, usted mismo haya cometido el mismo, idéntico, error.

8. No suba (ni recomiende sin avisar) páginas muy pesadas

Las fotos grandes y de buena definición lucen, qué duda cabe, mucho mejor. Pero también está claro que no todas las personas que navegan en Internet disponen de la misma velocidad de conexión. Entonces, lo que a algunos les lleva unos pocos segundos bajar, a otros los interna en un suplicio que parece eterno. Evite torturar a los demás.

9. Sea claro en las "listas de discusión"

Aquellos que comparten una misma obsesión, suelen anotarse en las llamadas "listas de discusión", donde comparten ideas e intercambian información sobre el objeto o sujeto en cuestión. Si usted es aficionado (o piensa serlo) a esta práctica, tenga en cuenta que esas listas reúnen a gente de todo el mundo. No asuma, entonces, que sus referencias culturales serán comprendidas por todos y, si no puede evitarlas, explíquelas. Es preferible ser obvio que críptico.

10. Comparta los resultados obtenidos en sus investigaciones

El crecimiento de Internet se debió, básicamente, a que cientos de científicos de todo el mundo intercambiaron información para multiplicar y mejorar los resultados de sus investigaciones. De allí se deriva que el compartir información sea considerado un signo de cortesía virtual, sobre todo entre aquellos usuarios suscriptos a los grupos de investigación virtual. Las razones son evidentes: enriquece la discusión y democratiza la información.

Tener en cuenta estas reglas protocolares ayudará al usuario de la red a aprovechar mejor el tiempo que "vive" en Internet. Y, por qué no decirlo, a qué nuestras cuentas telefónicas sean un poco menos aterradoras...

 

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