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La hora del puro. Fumar o no fumar en la mesa. Guía para disfrutar del habano

Fumar o no fumar en la mesa se está convirtiendo en toda una labor diplomática

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Cigarros Puros Habanos.
Puros. Cigarros Puros Habanos.

Cómo disfrutar de un puro habano

Fumar o no fumar en la mesa se está convirtiendo en toda una labor diplomática. Hay que negociar y pedir permiso para poder fumar, ya no en la mesa, sino en cualquier estancia de una casa -en los establecimientos públicos, en muchos países ya está prohibido por ley-. Una vez obtenido el permiso de las personas que están con nosotros, ya podemos disfrutar de nuestro habano.

Decía Sara Montiel: "Fumar es una placer ..." en su película "El Último Cuplé". Y verdaderamente para los amantes del tabaco fumar un puro es un auténtico placer. Pero para fumarlo como "Dios manda" hay que saber un poco más sobre su ritual y como poder "catar" un puro de una forma adecuada.

Vamos a hacer una pequeña aclaración: un puro y una habano son casi, casi, lo mismo. La única diferencia es que el habano es el puro que se elabora en Cuba.

Fumar un puro es un placer para los sentidos, pero sobre todo para el olfato y el gusto. No hay nada más intenso que el buen aroma de un rico habano y el sabor espeso que nos deja en la boca.

Pasos importantes para disfrutar de un puro-habano

Pero antes de disfrutar de un buen puro habano, hay que seguir unos pasos adecuados, un 'ceremonial', que podemos resumir en:

1. Selección del habano.

Una vez seleccionada una determinada marca (entre las múltiples opciones que nos ofrece el mercado), debemos probar la calidad del puro. Se suele presionar ligeramente con los dedos para comprobar que el puro está consistente y tiene flexibilidad en su contenido. Si se rompe o desmigaja, mal asunto, está seco.

2. Cortar adecuadamente el puro.

Para que un puro tenga un buen tiro y se vaya quemando adecuadamente es importante hacer un buen corte. Esta buena 'combustión' depende en gran medida de hacerle un buen corte al puro.

3. Encendido del puro.

Hay que tomarse su tiempo para encender bien un puro. Es una de las fases importantes en el ritual de fumar un buen puro. Hay que encenderlo despacio, de forma uniforme por toda la superficie y que toda ella esté perfectamente incandescente. Se debe ir girando el puro con los dedos sin mover la llama.

4. Vitola: una referencia

No se debe retirar la vitola para fumar, pues corremos el riesgo de romper alguna capa del puro, o el propio puro habano. Además, la vitola puede servir como punto de referencia para saber que estamos llegando al final.

5. Caladas: disfrutar del aroma

Las caladas que se dan a un puro-habano deben ser profundas, pero nunca demasiado seguidas para evitar un sobrecalentamiento del puro. Hay que disfrutar en la boca del sabor y expulsar poco a poco.

A todo lo dicho anteriormente hay que añadir que nunca debe fumar antes de que haya terminado la comida (bien sea un almuerzo o una cena). Siempre es mejor esperar a la hora del café y la copa para encender el puro. Es más aconsejable fumar en otro lugar que no sea la mesa de comer. Por ejemplo, donde se tome el café y la copa, que puede ser otra habitación o estancia. Si, como ocurre hoy en día, las casas son pequeñas y se toma el café y la copa en el mismo sitio que hemos comido, no se debe fumar sin el permiso de nuestros compañeros de mesa.

Si desea ampliar este tema puede consultar nuestro artículo: ¿Cómo se fuma un habano de forma correcta? El ceremonial del puro donde podrá encontrar información más detallada -con gráficos- sobre la mejor forma de disfrutar de un buen puro habano.

 

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