Deberes entre la persona que exige un servicio, y aquella a quien se exige.
Deberes respectivos entre la persona que exige un servicio, y aquella a quien se exige.
De los deberes respectivos.
Entre la persona que exige un servicio, y aquella a quien se exige.
El hombre delicado cuando se ve obligado a solicitar el favor de otro, se dirige siempre a sus amigos mas íntimos.
Las exigencias indiscretas no son propias de gentes bien educadas, y nunca nos propasaremos a pedir lo que ha de costar un sacrificio a la persona a quien se pide.
Justo es agradecer y demostrar su agradecimiento a los que se incomodan por complacernos.
A la persona a quien recientemente se ha hecho un servicio no se le puede exigir otro sin faltar a la delicadeza.
La que está en el caso de acceder a nuestra petición y nos sirva, lo hará con tal delicadeza que parezca cumplir un deber, o se excusará con razones sólidas, mostrando su imposibilidad de satisfacernos.
El que encarece y echa en cara un servicio, libra del agradecimiento a quien lo recibe, y muestra que es muy poco amable y delicado.
Nada hay más innoble que hacer un servicio por el interés de verlo recompensado, ni nada más grosero que abusar de la posición de aquel a quien se ha obligado.
-
10852
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
No hay cosa más importante ni más preciosa que la reputación; y así el quitarla a otro es muchas veces mayor delito que ofenderle en su hacienda o en su persona.
-
Siendo el carácter de los entusiastas todo benevolencia y dulzura, se ve uno obligado, so pena de pasar por inurbano, a oír con paciencia y aun con una especie de placer sus locas exclamaciones.
-
La moda según algunos, ha introducido, la corrupción, pues a la mujer sin pudor nunca le faltan alhajas, y el deseo de poseer alhajas induce a renunciar al pudor.
-
El hombre de ánimo delicado se abre a todos los sentimientos que engrandecen la naturaleza humana, y quisiera cerrarlo a cuantos la degradan.
-
El sombrero le sirve al hombre para adornar su cabeza y también para evitarle algunas molestias que tienen que ver con la climatología
-
El comportamiento en los espacios públicos es importante para no quedar como un niño poco educado
-
El canto es una diversión que no sólo está permitida, sino que es también muy honesta.
-
Los puntos principales de los artículos sobre los modales, el mundo y la murmuración.
-
Los colores vivos deben usarse con gran cuidado y precaución, o renunciar a ellos si no se confía en saberlos combinar sabia y artísticamente.
-
Para hacer más concisas y menos voluminosas las cartas, se acostumbra muchas veces usar de algunas abreviaturas...
-
La escuela y el hogar eran los otros ámbitos en los que resultaba apropiado un silencio, quizá no tan drástico como el del templo, pero sí con escasísimas excepciones
-
Si no os es dado libertaros de la conversación de semejantes gentes, abandonadles.