¿A quién debemos invitar a una ceremonia o celebración?
Determinar a qué personas invitar a un acto o celebración no siempre es una tarea sencilla para los organizadores
Hacer la lista de invitados. ¿A quién debemos invitar?
La respuesta es: depende. Lo primero es conocer el tipo de evento o celebración y el motivo de la misma. Si es un evento familiar -bodas, bautizos, etcétera- se suele invitar a los familiares, amigos y algún compañero de trabajo. También es posible invitar a algunas personas con las que tengamos algún tipo de compromiso anterior.
Si hablamos de eventos o celebraciones más 'formales', que tienen una finalidad determinada, como recaudar fondos, por ejemplo, se debe invitar a personas relevantes o representativas de los diversos estamentos de la ciudad, de la comunidad o del país, que nos ayuden a conseguir los objetivos que nos hemos propuesto. Se opta por ser más prácticos dejando, en cierta medida, a un lado otro tipo de lazos que nos unan con los invitados -amistades, familiares, compromisos, etcétera-.
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Cuando se trata de actos oficiales o muy relevantes y ceremoniosos hay ciertas "obligaciones" a la hora de invitar, por lo que la lista de invitados no se hace "al gusto" o criterio de los anfitriones, sino que se hace con un motivo claro: elegir a un grupo de invitados que ofrezcan una "muestra" representativa de los diversos estamentos sociales, invitando a representantes del mundo de la cultura, de la economía, del ámbito eclesiástico, de ámbito militar, etc. Como siempre, cada evento es un mundo, y la lista de invitados puede variar atendiendo a las circunstancias y particularidades de cada acto o ceremonia a organizar. No obstante, los actos oficiales y similares, suelen ser mucho más complejos que los actos sociales más cotidianos.
Recomendaciones a tener en cuenta para 'seleccionar' a los invitados
En todos los casos hay algunas recomendaciones básicas que hacer, aunque no siempre es posible llevarlas a cabo:
1. No debemos invitar a personas con una enemistad manifiesta entre ellos, salvo que sea prácticamente imposible no invitarles.
2. Debemos invitar a personas que tengan cierta afinidad en cuanto a gustos y aficiones, para que la velada sea más fluida y las conversaciones y los temas de interés sean mejor compartidos entre los invitados.
3. Hay que hacer una exhaustiva revisión de la lista de invitados para no dejar a nadie que pueda sentirse ignorado por no recibir la invitación a un acto en el que debería estar presente.
4. Es aconsejable invitar alguna persona de más o tener a alguien en la recámara, por si fallan varios invitados.
5. Debemos recordar los compromisos adquiridos para tratar de cumplir con ellos a la hora de elaborar la lista de invitados, siempre que el acto o celebración lo permitan.
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