Saber estar Página 60
Comportamiento y buenos modales en cualquier ocasión sabiéndose adaptar al entorno y a las circunstancias
Saber estar es comportarse de forma correcta y apropiada en cualquier lugar y situación. Ser capaz de adaptarse al entorno y los contextos
Todos los artículos de Saber estar
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Reglas sencillas de cortesía, de buenos modales y de instrucción para las niñas.
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Urbanidad en verso para el uso de las niñas. Las acciones impolíticas.
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La urbanidad encierra una misión mucho más dulce y más suave que la de dar elegancia a nuestras maneras e iniciarnos en las prácticas escogidas de una sociedad de buen tono.
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La urbanidad encierra una misión mucho más dulce y más suave que la de dar elegancia a nuestras maneras e iniciarnos en las prácticas escogidas de una sociedad de buen tono.
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Deberes respectivos entre nacionales y extranjeros.
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Deberes respectivos entre la persona que exige un servicio, y aquella a quien se exige.
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Deberes respectivos entre artistas, autores y el público.
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Deberes respectivos entre las preceptores y los padres de sus alumnos. Entre los jefes de oficinas públicas y las personas que entran en ellas.
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Deberes respectivos entre abogados y clientes. Entre médicos y enfermos.
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Deberes respectivos entre sacerdotes y seglares. Entre magistrados y particulares. Entre superiores e inferiores.
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De los deberes respectivos, entre los padres y los hijos. Entre los esposos.
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Cuando nuestros amigos o parientes pierdan algún individuo de su familia, nos prestaremos gustosos a acompañarlos en tan doloroso trance.
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El juego es, como la mesa, una piedra de toque de la educación.
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El juego es, como la mesa, una piedra de toque de la educación.
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Ningún convidado debe mostrar repugnancia, ni menos negarse a cualquiera exigencia directa o indirecta del amo de la casa.
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Cuando se trata de dar una comida, es preciso que todo esté dispuesto para el momento en que lleguen los convidados.
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El que convida, jamás debe alabar lo que aparece sobre la mesa, ni excusarse de la mala comida que ofrece.
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Las costumbres domésticas influyen notablemente en el modo como nos conducimos entre extraños; porque no basta saber las reglas de buena crianza, es preciso tener la costumbre de practicarlas.
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En la mesa no tomaremos en las manos, ni tocaremos otra comida que el pan destinado para nosotros.
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Las visitas son indispensables para sostener las buenas relaciones de la amistad, y es preciso que pongamos especial cuidado en hacerlas oportunamente.
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Los distintos tipo de visita son necesarios para mantener activa nuestra vida social.
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En una visita, cuando nos ofrezcan comidas o bebidas, las aceptaremos después de alguna instancia.
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La persona que se presentase en público vistiendo a su capricho, y no sometiéndose a las exigencias de las costumbres recibidas, no solo mostraría poco aprecio de sí misma, sino que haría alarde de menospreciar a los demás.